En enero de 2006, la sonda New Horizons partió hacia lo desconocido. En julio de 2015 llegó a Plutón y envió unas fotos alucinantes del planeta enano y sus satélites. Caronte, la luna más grande, nos sorprendió por sus enormes cráteres y cañones, y nos intrigó por esa misteriosa mancha roja que tiene ahí arriba.
El misterio ya no es tal. Un estudio publicado en Nature desvela que el característico color rojo de los polos de Caronte proviene del metano de Plutón. Sí, gas metano que escapa de nuestro explaneta favorito y se queda atrapado en la atmósfera de su satélite más cercano. Pero la aventura no acaba ahí.
Debido a la prolongada órbita de Caronte, sus polos van alternando entre un siglo de penumbra y cien años de luz. Las temperaturas extremadamente bajas del periodo oscuro congelan el gas metano hasta que llega de nuevo la temporada de sol y se descongela. Al descongelarse, los subproductos dejan atrás un residuo rojizo que se va acumulando lentamente en los polos.
El hallazgo no solo explica el origen de la extraña mancha roja de las fotos, también nos enseña la estrecha relación que tiene Plutón con Caronte. Un planeta enano y un satélite que, de alguna forma, comparten atmósfera.
Axact

Moosh Redacción

Este artículo es exclusiva responsabilidad del equipo periodístico de Moosh, Inc. Cualquier parecido con la realidad es pura y mera coincidencia. Algunos nombres han sido cambiados por motivos de derechos de autor.

Comenta: