Un equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Harvard ha recibido más de 28 millones de dólares en financiación para asumir el desafío de desarrollar nuevos algoritmos de aprendizaje automático que desarrollen la Inteligencia Artificial hasta el punto de que se parezca más al cerebro humano.
Aunque muchos sistemas informáticos son capaces de procesar volúmenes de datos que superan los manejables por los cerebros biológicos, la tecnología aún está por detrás de la naturaleza cuando se trata de medir la capacidad de aprender y reconocer patrones. Por ejemplo, mientras un humano sólo tiene que ver uno o dos perros para ser capaz de reconocer todos los otros perros que verá en el futuro, un ordenador a menudo necesita para procesar miles de imágenes de perros utilizando algoritmos complicados para alcanzar esta misma capacidad.

El proyecto

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En un intento de salvar esta brecha, los científicos del Harvard’s John A. Paulson School of Engineering and Applied Sciences (SEAS), el Center for Brain Science (CBS), y el Department of Molecular and Cellular Biology se han embarcado en un ambicioso proyecto para trazar conexiones neuronales del cerebro, obtienendo la financiación del Intelligence Advanced Research Projects Activity (IARPA).
Así, los investigadores tienen la intención de desarrollar nuevos sistemas de inteligencia artificial basados en este diseño natural, creando "algoritmos informáticos inspiración biológica."
El proceso se iniciará usando microscopios láser para observar y registrar la actividad de las neuronas visuales en los cerebros de ratas a medida que aprenden a reconocer las imágenes en una pantalla de ordenador. Se espera que esto revele información vital acerca de cómo las neuronas se conectan y se comunican entre sí durante el proceso de aprendizaje.
Un estudio reciente reveló cómo las conexiones entre las neuronas, las llamadas sinapsis, en realidad cambian de tamaño con el fin de regular la intensidad de las señales que se transmiten, de modo que imitar algo así será largo y laborioso.
Otros estudios han demostrado cómo las diferentes áreas del cerebro se comunican entre sí a fin de facilitar el reconocimiento de patrones. Entre ellos se encuentra un estudio reciente que sugiere que la información almacenada en algunas regiones del cerebro asociadas con la cognición se transmite a otras neuronas para llenar los vacíos en los estímulos externos.
Según el profesor de la Universidad y responsable del proyecto, David Cox:
El valor científico de grabar la actividad de tantas muchas neuronas y mapear sus conexiones por sí solo es enorme, pero eso es sólo la primera mitad del proyecto. A medida que descubramos los principios fundamentales que rigen cómo aprende el cerebro, no es difícil imaginar que finalmente podamos ser capaces de diseñar sistemas informáticos que puedan coincidir, o incluso superar, a los seres humanos.
Así pues, reconociendo la escala épica de la tarea, este proyecto tiene una envergadura similar al Proyecto Genoma Humano.
Axact

Moosh Redacción

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