La mayoría de los desarrollos que usan visión biónica se basan en el uso de gran parte del sistema visual humano existente en el paciente, ya que sin éste, al día de hoy es imposible restaurar la vista. Pero esto podría quedar atrás en los próximos meses, gracias a un nuevo desarrollo de ojo biónico que no requiere gran parte de este sistema visual.
Un nuevo sistema desarrollado por la Universidad de Monash en Clayton, Victoria, en Australia, utiliza un sistema de gafas, que también pueden ser lentillas en caso de que el paciente aún tenga globo ocular, con cámara integrada que se conecta de forma directa al cerebro para percibir imágenes.
Ojos que no son ojos pero que ofrecen visión
Arthur Lowery, jefe del proyecto, ha explicado que este sistema consta de 11 pequeñas placas, cada una equipada con 43 electrodos, donde cada uno va implantada en las áreas del cerebro que se encargan de la visión. Al estimular cada una de estas zonas, la persona es capaz de ver pequeños destellos de luz, la idea es que con cada electrodo se cree un punto de luz, algo similar a un pixel en una imagen, con lo que se podrán obtener imágenes de casi 500 pixeles de resolución directo en el cerebro. Estos 500 pixeles son suficientes para crear una imagen simple, y por supuesto no se comparan con los más de dos millones de pixeles que el ojo humano es capaz de captar.Las imágenes son capturadas por una cámara digital y son enviadas a un procesador de bolsillo, que está conectado a las placas. Tanto la cámara como el procesador pueden ser un dispositivo por separado, o bien, pueden estar instalados en unas gafas, que es la idea principal, mientras que la idea de montarlo en lentillas es aún un prototipo en una etapa muy temprana de desarrollo.
Este sistema sólo podrá ser usado por personas que anteriormente tuvieron la capacidad de ver, pero que perdieron la visión en un accidente o por una enfermedad, ya que el ver bajo una resolución de 500 pixeles, no es lo más recomendable para personas que nunca han visto en su vida, porque aquí no se tiene un antecedente entre imágenes y conceptos.
Pero sin duda, el avance más importante de este desarrollo es que no requiere un sistema visual humano, por lo que el paciente podrá acceder a él sin tener que esperar un donante, todo será de forma sencilla y sin complicadas cirugías. En 2016 los primeros voluntarios empezarán a probar este sistema en Australia, donde los investigadores mencionan que estos pacientes despertarán con una sensación de "visión cruda", como si estuvieran viendo el primer televisor de 1925. Una de las grandes ventajas de este tipo de desarrollos, es que se puede actualizar, ya que los investigadores ya están trabajando en un sistema de mayor resolución que podrá ser implantado posteriormente en los primeros voluntarios.
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