El activista paraguayo por los derechos humanos Martín Almada instó a destinar las propiedades del fallecido dictador Alfredo Stroessner (1954-1989) como refugios para los más de 70.000 evacuados que hay en Asunción por las crecidas del río Paraguay, que han anegado barrios enteros de la capital.
Almada, Premio Nobel alternativo, dijo a Efe que el centenar de albergues habilitados por el Gobierno para dar cobijo a los evacuados no son suficientes y que el problema podría mitigarse declarando “refugios forzosos los bienes mal habidos de la familia de Stroessner, cómplices y encubridores”.
El activista, quien fue torturado por esa dictadura, se refirió a dos antiguas mansiones que tenía el dictador en la capital, las cuales están actualmente abandonadas, como espacios para cobijar a los evacuados.La más ostentosa se encuentra en el barrio Santísima Trinidad y totaliza una superficie de 7.810 metros cuadrados, entre calles, pasos de servidumbre y espacios destinados a edificios públicos.
“Se trata de aprovechar esos lugares como refugios porque el agua sigue subiendo y hay una total indiferencia por parte del Gobierno, del Congreso y de los partidos políticos hacía lo que está pasando”, dijo Almada.
También denunció que los refugios que ofrece el Gobierno a los damnificados no ofrecen condiciones de vida dignas y no representan una solución al problema.
“Son una aspirina, un calmante, hay que hacer una propuesta con la participación de todos los afectados y aprovechando los recursos del país, por ejemplo los bienes mal habidos”, agregó.
Las cifras de evacuados por las crecidas ascienden a 72.500, de los cuales unos 66.000 están viviendo en un centenar de espacios proporcionados por el Gobierno a lo largo de la ciudad en los que levantaron casetas precarias de contrachapado.
El censo de evacuados incluye a las 10.000 personas que se alojan en esos albergues desde 2014, cuando la crecida del río Paraguay dejó unos 85.000 damnificados.
El resto de evacuados, que son mayoría, comenzó a abandonar sus viviendas hace unos once días tras la subida del río, que hoy se situó en 7,68 metros de altura, por encima de las peores previsiones del Gobierno, que eran de 7,50 metros para Navidad.
La pasada semana el presidente paraguayo, Horacio Cartes, decretó el estado de emergencia en Asunción y en siete departamentos afectados.
Las crecidas del río Paraguay se producían una vez por década pero en los últimos dos años ha subido por encima de los 5,5 metros, su punto crítico, en tres ocasiones.
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