Señores, de verdad que a veces incomoda escuchar
"opiniones" negativas sobre distintos temas, sobre todo con el tema
de la situación climática del país o el asunto de la pobreza en el Paraguay.
He oído a personas decir: "La gente no va a cambiar de
mentalidad", "Es difícil que las personas cambien y quieran ver una
mejoría”, “¿De que sirve ayudar al pobre si él no se esfuerza por salir
adelante?”
Bien, en un ámbito científico, desde la neurociencia se ha
demostrado que el cerebro a cualquier edad puede reinventarse, tiene la
capacidad de modificar, eliminar, reestructurar y cambiar todo tipo
de conocimientos, hábitos, acciones, recuerdos o patrones de comportamiento a
través de la experiencia y la fuerza de voluntad proporcionada por el lóbulo
frontal, a ese proceso se le llama neuroplasticidad. ¿Saben que pienso?
El problema está en las personas que se resisten a los cambios de los demás y
creen que la mente es estática y rígida. Si uno es imperfecto y puede equivocarse
debería pensar un poco más en cambiar el concepto que tiene de los demás,
simples… hemos estado o podríamos estar en esa situación y anhelaríamos de
nuestras personas cercanas o del mundo una segunda oportunidad ¿o me equivoco?
La gente puede cambiar de mentalidad, sólo que necesita un
seguimiento y un apoyo kinético-emocional, el problema reside en que aquellas
personas que “opinan” de forma negativa no quieren ver el más mínimo cambio, ¿Sí
ellos dicen que es imposible, porque las personas siguen ayudando a los pobres?
¿De qué sirve trabajar en cambiar la sociedad paraguaya si esta no da sus frutos?
Les doy un ejemplo: Si vos decís que no vas a poder escalar aquel cerro, ¿de qué
sirve intentarlo? Si vos decís que los pobres no van a cambiar su mentalidad ¿de
qué serviría ayudarlos? Si vos decís que aquellos que contaminan el medio
ambiente con sus industrias no van a cambiar su mentalidad ¿de qué sirven las
miles de organizaciones y los esfuerzos durante más de 50 años de lucha
medio-ambiental? Deberían dejarlo todo y dejar que hagan lo que quieran. Eso sería catastrófico. Es cierto, el mundo
está mal, pero si no fuera por la gente que quiso el cambio en la mentalidad de
las personas, concientizando y haciendo divulgaciones sobre pobreza y medio
ambiente intentando despertar a la sociedad, las cosas pintarían mucho peor,
hasta habríamos acabado con nuestra tierra. Basta leer un poquitito nada más de
las obras que se han hecho para erradicar la pobreza y el calentamiento, hay
gente que trabaja arduamente para enseñar a los pobres así como hay activistas
que arduamente trabajan por concientizar sobre el medio ambiente. Lo vuelo a
recalcar: ¿de qué sirve todo ese trabajo si no hay cambios? Claro que hay
cambios, por eso se sigue luchando por estas cosas. Lo que pasa es que hay
gente que no ven o no quieren ver estos cambios y se limitan a simplemente “opinar”
negativamente. ¿Será que somos nosotros quienes no brindamos a alguien
esa posibilidad de querer cambiar, dejar atrás su pasado, ser alguien
productivo, de mejor carácter y con excelentes valores? ¿Por qué no darle la
oportunidad a alguien que quiere vivir mejor y dejar de recordarle sus errores?
Nos encontramos ante una sociedad egoísta, pero lo que no
saben es que mientras que ellos opinan hay personas que sí trabajan para causas
nobles y justas, mientras ellos “opinan” se construyen casas y se rehabilitan
personas, mientras ellos “opinan” hay millones de personas trabajando por el
bien de todos, mientras aquellos que “opinan” no son capaces de un sólo gesto
noble. Sus opiniones negativas no detendrá la lucha, sus opiniones negativas
son irrelevantes, quedan despedidas en el aire, la nada.
“Lo difícil no es cambiar, lo difícil es que la gente no te recuerde quien eras”
Ya lo había pensado aisladamente pero esa frase aterrizó la idea de esta publicación (Igual muchas cosas que él dice me aterrizan). Con frecuencia en mi trabajo de coaching o en la vida diaria me encuentro personas que dicen frases como: “el que es no cambia”…“Ese (a) siempre se va a quedar así, no hay nada que hacer”… ¿Cambió? “Eso es por unos días y volverá a actuar de la misma manera”… o peor aún… si conocen a alguien bien intencionado dicen: “De eso tan bueno no dan tanto, ese tan querido(a) quien sabe con qué sorpresa viene”… claro es que a veces creemos que en vez de cerebro tenemos una bola de cristal para predecir comportamientos… pero nos damos unas equivocadas… que son cosa de locos.
Si observamos con calma, lo anterior ha sucedido desde hace muchísimos años en todo tipo de ambientes, en muchas culturas, sin importar el nivel educativo o condición social de las personas, nos formamos conceptos negativos de alguien fácilmente, así demuestre que ha cambiado seguimos desconfiando, somos malos dando segundas oportunidades, nos cuesta demasiado creer ¿A quién no le ha pasado que lo juzguen para siempre por un comportamiento inadecuado o por una reacción emocional de solo unos instantes?
Si alguien nos dice “quiero dejar atrás mis conductas negativas, si te ofendí o te hice daño por favor perdóname” que bueno sería que le respondiéramos con sinceridad "Me heriste pero ¿en que puedo ayudarte? ¿Puedo ser parte de tu cambio? ¿Quieres que hablemos y trato de dejar a un lado mis prevenciones y prejuicios?" Que bueno seria empezar a dar mas oportunidades a las personas de que demuestren su capacidad biológica de usar la consciencia y que incluso podrían ayudarnos en un futuro con sus nuevos comportamientos, ¿Por qué no darle la oportunidad a alguien que quiere vivir mejor y dejar de recordarle sus errores? Es difícil, pero incluso es una oportunidad que nos damos a nosotros mismos, no hay que ser un monje budista o estar sentado en una nube al lado de Dios para lograrlo… por lo menos intentarlo ya es una buena práctica.
Tal vez “personas” como un ex convicto, un drogadicto, una prostituta, un ladrón, un malgeniado, una persona negativa, depresiva o conflictiva… que pueden ser nuestros propios familiares, parejas, hijos, enemigos, amigos y hasta desconocidos tienen toda la intención de cambiar, lo están haciendo o ya lo hicieron pero los etiquetamos, los señalamos, cuando ellos nos piden a gritos que los tratemos desde la posibilidad no desde la limitación.
En este escrito te invito a enfocarte más en las personas que en las situaciones y el pasado, he conocido personas por las que nadie daba nada y ahora son totalmente exitosos, empecé a creer que las personas pueden demostrar cambios significativos de actitud ante las situaciones, que pueden romper totalmente sus patrones y adicciones emocionales, he aprendido mucho de ellos, siendo sincero las mejores lecciones y conocimientos que tengo hoy en día los he obtenido de ellos, incluso son grandes amigos míos actualmente. Grandes personas de la historia y de la actualidad fueron unos totales perdedores para el mundo, fracasados hasta mas no poder y luego alcanzaron éxitos imposibles para muchos, han dejado grandes legados que perduran para siempre, esa persona que ahora se equivoca puede estar a tu lado luchando por hacer cosas grandes en su vida pero por tus prejuicios y paradigmas no te das ni cuenta, te invito a que mires desde la posibilidad y no desde la limitación, algún día tu puedes pedir esa oportunidad si llegaras a equivocarte, o tal vez ya lo hiciste y no te la dieron.
Las personas cambian su
forma de actuar, el error es creer y vivir con la idea de que nunca lo hacen.
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