Un país sin fontaneros polácos y cuyos habitantes se ven obligados a veranear en Kosovo... Así imaginaba hace unos días el diario 'The Guardian', echando mano del proverbial humor británico, lo que podría ocurrir en el Reino Unido si ganaba el Brexit. Pues bien: el Brexit ha ganado y nadie tiene muy claro lo que sucederá con los cerca de 3 millones de ciudadanos europeos (encabezados por los polacos) que viven en Gran Bretaña. Ni tampoco con los 2 millones de británicos que residen en otros países de la Unión Europea, muchos de los cuales son jubilados que se han establecido a España atraídos por el sol y sus precios competitivos...
Ahora mismo la legislación europea no sólo permite a sus ciudadanos moverse libremente por sus 28 países miembros sin necesidad de pasar controles fronterizos sino que también autoriza a residir en cualquiera de ellos hasta tres meses sin ningún tipo de condición. Superados esos tres meses, y siempre que no se sea estudiante, trabajador autónomo o con recursos suficientes para no resultar una carga para los servicios públicos del país, es necesario tener un contrato de trabajo para poder seguir viviendo en otro país de la UE.
Los abanderados del Brexit han asegurado durante la campaña del referéndum que la salida del Reino Unido de la Unión Europea no afectará a los tres millones de ciudadanos de otros países del Viejo Continente que viven en Gran Bretaña. "Esos ciudadanos europeos obtendrán permiso indefinido para permanecer en el Reino Unido y no serán tratados menos favorablemente de lo que lo son en el presente", se lee en la página web de "Vota por Salir", la campaña a favor del Brexit.
Sin embargo, los defensores de que el Reino Unido siguiera formando parte de la UE no tienen tan claro que vaya a ser así... Para empezar, sostienen, los ciudadanos de los otros 27 miembros de la UE perderán automáticamente el derecho de venir y trabajar en Gran Bretaña.
Comenta: