East 1024













La carrera por conseguir el primer reactor comercial de fusión nuclear está cogiendo velocidad. Y de qué manera. La semana pasada contábamos que Alemania acababa de encender su reactor de fusión experimental y había conseguido calentar hidrógeno a 80 millones de grados durante un cuarto de segundo.
Contábamos, además, que era un paso de gigante en el desarrollo de los reactores comerciales basados en fusión nuclear. Ahora, científicos chinos han anunciado que su reactor ha calentado plasma a 50 millones de grados durante 102 segundos. China, el segundo país que más energía consume, da un golpe sobre la mesa y se une al pelotón de cabeza de la investigación nuclear.

Más tiempo y más temperatura

China Nuclear
Ya no avisaba Moskii en comentarios muy posiblemente los reactores tokamaks serán los que ganen la carrera a corto plazo. Y efectivamente parece que van ganando, el Experimental Advanced Superconducting Tokamak (EAST) utiliza esta tecnología. Aún quedan por conocer todos los detalles técnicos del experimento, pero de confirmarse estaríamos en medio de una batalla muy interesante: el stellarator alemán necesita mejorar tiempos, mientras el tokamak chino necesita mejorar en temperatura.
Aunque no es la mayor temperatura que se ha conseguido crear: el LHC del CERN alcanzó 4 billones de grados hace unos años (el equivalente a 350.000 veces el calor del núcleo del sol, a una tarde de agosto en Écija o a una mañana fresquita en Hermosillo); recrear estas condiciones durante más de un minuto es una proeza tecnológica de primer orden.
Por lo que sabemos, necesitamos unas temperaturas bastante superiores a las del Sol. El equipo alemán estimaba que la temperatura ideal rondaría los 100 millones de grados. Justo el próximo objetivo del EAST chino que se propone mantener esa temperatura más de mil segundos (unos 17 minutos). La carrera por el reactor de fusión es la nueva "carrera espacial": un pequeño paso el hombre pero un suministro inmenso de energía para la humanidad.
Axact

Moosh Redacción

Este artículo es exclusiva responsabilidad del equipo periodístico de Moosh, Inc. Cualquier parecido con la realidad es pura y mera coincidencia. Algunos nombres han sido cambiados por motivos de derechos de autor.

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