Los niveles de contaminación aérea en todo el mundo están ocasionando al menos unas 5.5 millones de muertes al año, según un estudio publicado por la Universidad de British Columbia en conjunto con la Universidad de Washington. En general, el nivel de partículas en suspensión en el aire es tan alto que está matando más personas que nunca.
El estudio fue llevado a cabo por estas dos universidades tomando en cuenta los datos recopilados en 188 países durante los últimos 20 años. Los resultados aseguraron que, aunque los niveles de contaminación aérea han disminuido en muchos países, en general han empeorado los niveles de emisiones peligrosas en todo el mundo.
Y la mayor parte del problema está en China y la India.
Foto: Ng Han Guan / AP Images.
Más de tres millones de las muertes al año por culpa de la contaminación aérea suceden en China y la India, lo cual supone la mitad del total de casos en el mundo. La situación de riesgo en estos países es extremadamente alta, y eso se debe tanto a la contaminación generada por las fábricas y automóviles (al quemar combustibles fósiles) como por la contaminación que se produce directamente en los hogares de muchas personas.
Básicamente el humo que generan las fogatas caseras a base de ramas de árboles, madera y carbón, combinado con la mala circulación del aire dentro de una casa o recinto, es extremadamente peligroso para el organismo. Y en países como la India o las zonas rurales de países en desarrollo esta forma de cocinar es bastante común.
Actualmente la situación en China supone un gran riesgo para los habitantes, dado que la nube de contaminación sobre el país incluso es más grande que todo el tamaño de España. El país ya anunció un plan de ataque contra la contaminación durante la Cumbre sobre el Clima de la ciudad de París, ahora falta ver que rinda frutos.
Pero en resumen este estudio asegura que una gran parte de la población en todo el mundo vive en un lugar donde los niveles de partículas en suspensión son más altos que los niveles máximos aceptados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y eso es una mala noticia para todos. [vía University of British Columbia]
Foto de portada: Oded Balilty / AP Images.
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