Es increíble la cantidad de gente -incluso jóvenes- que loan y alaban al genocida de Fidel Castro. Se nota la hipocresía y la doble moral de las personas que se declaran admiradores de este señor, los que critican el gobierno del déspota de Stroessner son los mismos que alaban a personajes cómo los Castro y el Che. La realidad es otra...

Todo muy lindo con sus aires de revolución y su amplia lucha en contra del nefasto capitalismo imperial yankee, pero una vez ocupada la casa de gobierno, el verdadero Fidel Castro comenzó a mostrarse a los cubanos y al mundo. Supuestamente, la revolución se había llevado a cabo para restaurar la democracia y las libertades individuales garantizadas en la Constitución de 1940 y conculcadas por Batista, pero Fidel Castro, que había asegurado varias veces que no era comunista, muy rápidamente, en apenas dos años, comenzó a confiscar las empresas privadas nacionales y extranjeras, se acercó a los soviéticos, nacionalizó sin compensación las propiedades de las compañías nacionales y extranjeras, muchas de ellas pertenecientes a norteamericanos y españoles, se apoderó de los medios de comunicación y estableció un gobierno de partido único.

Sobre el tema de los médicos. En Cuba, en un país con cortes diarios de electricidad y con libretas de racionamiento que no dan derecho más que a un par de calzoncillos, una camisa y un pantalón al año, donde es necesario cargar permanentemente con la cesta de la compra por si se encuentra algo y donde tener un jubilado en casa tiene un valor inapreciable por su capacidad de guardar colas a diario durante horas y horas, todo es escaso salvo los médicos. No es sólo una cuestión de megalomanía la que ha llevado a Castro a decidir que Cuba tenga más licenciados en medicina por cada mil habitantes que Dinamarca. Un médico era una mina para Castro. El régimen alquila los médicos afectos a los gobiernos de otros países subdesarrollados "amigos" cobrando por ellos miles de dólares al contado, mientras que los médicos menos "comprometidos" son empleados en la Isla. Castro conseguía a la vez divisas para sí mismo y para su oligarquía y presentarse como el máximo líder del compromiso social en el mundo subdesarrollado.

Dime de qué presumes y te diré de qué careces. La Revolución Cubana, bajo el disfraz de libertadora, ha ejercido sistemáticamente el oficio de negrero con su población. Jamás ha reconocido el derecho a la objeción de conciencia, con un servicio militar obligatorio de dos años de duración a partir de los dieciséis. Ha enviado a miles de jóvenes como carne de cañón a la guerra en África (Etiopía, Angola, Mozambique, Zimabwe...) como ha documentado fehacientemente Juan Benemelis en su libro sobre Castro y las guerras en África. Una mayoría de ellos fueron negros (quizás de ahí el complejo obsesivo que tiene el castrismo de acusar a los EE.UU. de mandar a su población negra a las guerras). Se trataba de aparentar que las tropas cubanas se hermanaban en la lucha por la liberación de África y ocultar el carácter imperialista y megalómano del régimen castrista.

Crímenes, terror y muerte. La organización Archivo Cuba documenta 8.190 asesinatos cometidos por el régimen de Castro. De esa cifra, 5.775 personas fueron ejecutadas y 1.234 asesinadas extrajudiciales. Otras 984 fueron víctimas de homicidios dentro de las prisiones. Unas 8.190 personas han sido asesinadas por el régimen de Fidel Castro desde su llegada al poder en 1959, y otras 200 han desaparecido, según María Werlau, directora ejecutiva de Archivo Cuba, un proyecto dedicado a documentar los crímenes de gobierno cubano.



Las investigaciones del proyecto revelan que muchos niños han sido blanco del "sistema represivo". Hasta el momento existen 93 casos documentados. La causa de estas muertes han sido en su mayoría los asesinatos extrajudiciales (31), seguido de 27 asesinatos por intentar huir de Cuba (tres de ellos accidentales); 22 por ejecuciones, 12 por haber sido considerados "rebeldes en combate", y un caso por negligencia médica dentro de una prisión. Por otro lado, hasta el momento 216 mujeres y niñas han muerto "por razones políticas". La mayoría cuando intentaban salir de la Isla de forma ilegal y fueron interceptadas por guardafronteras cubanos que dispararon contra las embarcaciones. En cuanto a las prisiones, la investigación ha revelado 159 asesinatos, 209 muertes por negligencia médica, 264 suicidios, 21 accidentes y 331 por "supuestas causas naturales".

Fidel, un burgués. "En contra de lo que siempre dice, nunca ha renunciado al confort del capitalismo ni ha elegido vivir con austeridad", escribe Juan Reinaldo Sánchez, que durante 17 años fue guardaespaldas de Fidel Castro y que ahora publica un libro sobre la vida privada del líder de la revolución cubana. "La cara oculta de Fidel Castro" escrita por Sánchez no describe solo el lujo de la vida del dictador cubano, sino que también analiza otros aspectos de su régimen, la dinastía familiar, seguida por la de su hermano Raúl Castro. Su fortuna personal llega a los 900 millones de dólares, muchísimo más que varios "monstruos capitalistas" europeos.

Algunas estadísiticas falsas sobre Cuba. Ya había leído una publicación en dónde supuestamente resaltaban las obras del régimen castrista, pero tomemos como ejemplo la tasa de mortalidad infantil. El dictador Castro, en su informe al 1er. Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) aseveraba que en 1958, un año antes de la revolución ésta "era mayor de 60" por cada mil nacidos. El Ministro de Economía, José Luis Rodríguez, en su libro "Estrategia del desarrollo económico en Cuba" (La Habana, 2a. ed., 1990), da una cifra similar . Sin embargo, el Anuario Estadístico de Cuba (Juceplan, 1974, p. 28) reconoce que dicha tasa en realidad era de 33,4 por mil nacidos; cifra ésta cercana a la de estudios fidedignos de organismos internacionales, que la señalan como una de las más bajas de América Latina a fines de la década del 50 . Sánchez y Ramos Lauzurique hacen un análisis similar en relación a la manipulación de la tasa de mortalidad general, la cual ha sido usada también para las "campañas propagandísticas" del régimen. Las estadísticas "se deforman deliberadamente, como se hace en los regímenes totalitarios donde cumplen fines publicitarios" y en este terreno "Cuba no es la excepción, sino la regla" , añaden los autores. Pero notan al mismo tiempo, con fina ironía, que la censura comunista no es infalible y a veces se enreda en su propias piernas, como cuando se le escapan esas incómodas contradicciones entre los demagógicos discursos de sus líderes y lo que consta en los oficiales Anuarios Estadísticos de Cuba, disponibles "en cualquier biblioteca pública".

La Cuba moderna de Fidel Castro.

Y nadie dice que el terror terminó, En Cuba existe un único partido que es legal, el Partido Comunista, y la Constitución de Cuba lo define como: “…la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado…”. No obstante, existen muchos otros partidos clandestinos. Los ciudadanos no ven legitimado su derecho de asociación y las únicas formas de sociedad civil son parte del Estado. Esto no impide que ciudadanos opositores hayan constituido grupos de forma clandestina y que traten de manifestarse de forma pacífica. Lamentablemente, manifestaciones de colectivos no reconocidos son continuamente reprimidos por grupos organizados por la policía política y operacionalizados a través del Partido Comunista. Ejemplo de ello son los actos de repudio contra opositores que en casos frecuentes llegan al extremo de la violencia verbal y física. Las conocidas Damas de Blanco, señoras que caminan por las calles con una flor en la mano, son cada semana reprimidas y encarceladas; sólo por mencionar un ejemplo.

El Estado vende a cada cubano una vez al mes, de forma racionada y a precios “asequibles”, una cuota de alimentos. Estos productos son racionados por la libreta de abastecimiento. En un mes, un cubano puede comprar solamente: 5 huevos, 5 libras de arroz, 1 libra de pollo… Los precios de los alimentos racionados están en pesos cubanos y son acordes a los salarios en Cuba, y esto significa un alivio para los trabajadores estatales cuyo sueldo promedia 18 dólares al mes y sobre todo a los ancianos pensionados que no tienen otro sustento de vida. Sin embargo, la comida comprada con la libreta alcanza para un máximo de 10 días. ¿Qué pasa con los otros 20 días del mes?



En paralelo a la red de bodegas, donde se compra con la libreta, en Cuba existe un mercado estatal de alimentos con precios en pesos convertibles. Algunos productos, como la carne de res, los refrescos, vegetales o pescado enlatado sólo pueden adquirirse en este tipo de tiendas. La cadena más importante de este tipo de establecimientos se llama TRD (Tienda para la Recaudación de Divisa) y a tal efecto, a todos los productos se les recarga con un 240% de impuesto sobre el precio de compra en el extranjero. De este modo, un litro de leche puede costar 3 pesos convertibles (equivalente a 3 dólares), y 250g de queso manchego puede costar 30 pesos convertibles. En un país donde el salario medio estatal ronda los 18 dólares, en las TRD solamente pueden comprar aquellos cubanos con familiares en el extranjero o acceso (lícito o ilícito) a dólares. El resto “inventa” en el mercado negro.

Los máximos dirigentes políticos y sus familiares viven en una burbuja comparados con el resto del pueblo cubano. La mayoría de los altos cargos del país son militares, pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Hay miembros de las FAR en la cabeza de ministerios y grupos empresariales del país. Estas personas no caminan por las calles ni viajan en autobuses, ya que tienen carros del Estado; no viven en decrépitos apartamentos en Centro Habana, sino que tienen casas y apartamentos en complejos residenciales donde civiles no pueden entrar… Además tienen facilidades y acceso gratuito a determinados servicios que no tiene el resto de la población: acceso a internet en el trabajo y en casa, hoteles en Varadero, uso de teléfonos celulares cuyo pago es en pesos cubanos (24 veces más barato que el peso convertible en que pagamos el resto de los mortales), televisión por cable… No van a hospitales en mal estado como el pueblo, van a un hospital reservado para ellos, el CIMEQ (donde atendieron a Chávez) caracterizado por su limpieza, buenos médicos y tecnología decente. Los máximos dirigentes de Cuba están completamente aislados de los problemas cotidianos del ciudadano de a pie.




Se dice que la enseñanza universitaria en Cuba es gratuita, pero eso es incorrecto. Sería más apropiado decir que es de acceso universal. Cualquier cubano (en dependencia del promedio y resultados en las pruebas de ingreso) puede acceder a la Universidad; y, aunque el estudiante no tiene que pagar un peso, la educación superior tiene un precio. Una vez que el estudiante se gradúa debe trabajar para el Estado, 3 años si es mujer y 2 años si es hombre (ya que el hombre hace 1 año de servicio militar). Este periodo es conocido como el “Servicio Social”. El Servicio Social es obligatorio, se trabaja a sueldo mínimo (225 pesos al mes, unos 9 dólares) en una plaza asignada por el gobierno. Si un recién graduado no cumple con el Servicio Social, el Ministerio de Educación Superior le invalida el título universitario.

Es una verguenza el intento de engrandecer a un hombre que destruyó durante décadas la vida de miles de personas y las dejó en hambruna y miseria. 

En memoria de todas las vícitimas de las tiranías latinoamericanas, decimos hoy dictadura nunca más. Ni Stroessner, ni Castro, ni Pinochet, ni Videla, ni Banza, ni Chávez ni nadie que destruya la libertad individual de las personas.

Léase también como material de apoyo estos artículos, testimonios y libros. Con nombre y apellido.

Cuba, ¿la salud más cara del mundo?

La costosa educación gratuita cubana

Descubriendo a Fidel Castro: Revisado y Aumentado por Natividad Gonzalez Freire

La vida oculta de Fidel Castro, Juan Reinaldo Sánchez, disponible en PDF.

El mito del castrismo
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Moosh Redacción

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