"Padres: si tu hijo o hija dejó alguna materia para febrero, no le arruines sus vacaciones, no le estés amenazando diciéndole que va a fracasar si es que no pasa un examen. Acordate que estás apelando al miedo y pasar por miedo no sirve en lo absoluto. Lo que necesitan nuestros niños es acompañamiento y educación para la vida, para la resolución de problemas, no educación para aprobar el examen."

Y surge la interrogante, ¿las escuelas y colegios modernos matan la creatividad?
Decía Ken Robinson que "todos los niños tienen un extraordinario talento pero los educadores lo malgastamos despiadadamente". A grandes rasgos parece algo chocante que un educador y conferencista de la talla de Robinson afirme tal cosa de sí mismo, pero si uno analiza la frase, la entiende y la aplica a su respectiva sociedad se dará cuenta que se no se trata de un invento, es la realidad pura.
Lo que sucede en realidad es que nuestro sistema educativo se basa en la idea de habilidad académica y hay una razón: todo el sistema fue inventado. En el mundo no había sistemas de educación pública antes del siglo XIX. Surgieron por las necesidades de la industrialización. Su jerarquía está basada en dos supuestos.
-Que las materias más útiles para el trabajo estén en la cima. Así quizás fuiste sutilmente apartado en la escuela de cosas que te gustaban, porque nunca ibas a conseguir trabajo haciendo eso, ¿cierto?. No toques música, no vas a ser músico, no practiques arte, no vas a ser artista. Consejos bien intencionados pero profundamente equivocados.
-La habilidad académica ha llegado a dominar nuestra visión de la inteligencia, porque las universidades diseñaron el sistema a su imagen. Si lo piensan, todo el sistema de educación pública en todo el mundo es un prolongado proceso de admisión universitaria. Y la consecuencia es que muchas personas altamente brillantes, creativas, creen que no lo son porque en lo que eran buenos en la escuela no les fue valorado o fue estigmatizado.
Hoy en día, al menos acá en Paraguay vemos los mayores índices de analfabetismo y una de las peores educaciones del mundo entero. Todo eso justamente por culpa del sistema corrupto, que enseña a los niños a mecanizar todo tipo de ideas o formas de hacer las cosas y si los niños no siguen esas reglas son castigados o en el mejor de los casos son tachados de inútiles o simplemente poco inteligentes. Hoy en día dividimos a los chicos en cada salón basándonos solamente en sus edades por así decirlo, sin fijarnos en sus individualidades. Aparte, debemos pensar que perpetuando esta forma, sin fijar en las obvias diferencias de aprendizaje, de capacidades, de ver como sujeto al alumno, no se esta más que desperdiciando capacidades de algunos y desconcertando a los que no llegan a captar los conocimientos requeridos (sumiéndolos en un abismo de repeticiones y exámenes previos que no dejan más que a un alumno abrumado y victima de este sistema). Eso es algo que lamentablemente se repite cómo en un círculo vicioso.
Pero el problema no sólo se encuentra en el sistema obsoleto, sino también en la sumisa ignorancia que radica en las personas, desde los padres pasando por los jóvenes y llegando hasta los niños. La idea absurda de que un examen de matemáticas o castellano define la inteligencia de cada uno. ¿Saben estas personas que gran parte de los genios de la historia no precisamente fueron unos genios en sus escuelas? Vivimos una educación de base metódica obsoleta y de diseño equívoco; el concepto de “inteligencia”, y el errado concepto del “déficit de atención”. Según el pensamiento popular todos los 'malos académicamente' de la escuela por así decirlos son los que no prestan atención... pero esto esta lejos de ser real.
La realidad es que el supuesto déficit de atención está lejos pero muy lejos de ser empírico y normalmente el mismo viene acompañado de un concepto de aburrimiento. Es decir, el que no atiende es porque se aburre o no le interesa, pero... ¿cómo no aburrirse? Los jóvenes y niños están sumidos en un mundo donde la información, “centro de distracción”, esta corriendo todo el tiempo y en todo momento. Las cosas que les “interesan” se presentan en los videojuegos, películas, internet, (mundo virtual); mientras lo único que queremos es que se centran es cosas que les presentamos (y ellos creen) “aburridas” (curiosa palabra, proviene de la raíz de la palabra Burro, animal generalmente presentado como bobo, pese a la inmensa capacidad intelectual que poseen -superior a otros famosos como los delfines-). ¿Cómo esperamos que no se aburran? Hay que cambiar los formatos en que presentamos la educación, adaptarla al mundo virtual-multimedia en que vivimos.
Una escuela muy acomodada es una escuela autoritaria. Para mí la escuela ciudadana es ese paradigma de la escuela que necesitamos en el siglo XXI, que forme dando ejemplos de democracia. No se forman demócratas con lecciones de democracia sino con la virtud del ejemplo. Tiene que permitir la participación de las comunidades en el proyecto que nosotros llamamos 'eco-político-pedagógico'. Ecológico porque debe tener un carácter de casa, político porque debe tener dimensión de valores y pedagógico porque debe formar para la ciudadanía. Esa es la misión básica de la escuela: formar gente capaz de convivir, resolver conflictos y hacer su trabajo de manera autónoma.
A eso debemos apuntar, a la solución de problemas no a la mecanización que nos dá la ilusión de solución pero jamás fue algo novedoso.
Que la educación no sea un simple copypasteo de años anteriores, que sea un paradigma nuevo, una meta... que no sea solamente cerrar planillas y ver quién paso o quién quedó para febrero.
Padres: si tu hijo o hija dejó alguna materia para febrero, no le arruines sus vacaciones, no le estés amenazando diciéndole que va a fracasar si es que no pasa un simple examen. Acordate que estás apelando al miedo y pasar por miedo no sirve en lo absoluto. Lo que necesitan nuestros niños es acompañamiento y educación para la vida, para la resolución de problemas, no educación para el examen.
Y para aquella persona que no pasó todas las asignaturas sólo quiero decirle que tiene la absoluta capacidad de bailar sobre el examen que le falta aprobar... pero que no piense en eso, que piense en mucho más que en una simple nota. Las notas no definen la inteligencia humana, existen más de ocho inteligencias en la psicología y todos los seres humanos tienen al menos una. Que esos 'reprobados' vean la manera de utilizar esa 'mala nota' cómo un activante que les reafirme su necesidad de reforzar ciertas áreas académicas, no para pasar, sino para saber resolver problemas en un futuro próximo.
Cierro este posteo con una magistral frase de Robinson: "La imaginación es la fuente de todo logro humano".
Axact

Moosh Redacción

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